lunes, 23 de enero de 2012

Recomendamos: Shameless


Shameless nos presenta a la familia Gallagher, familia disfuncional donde las haya. Abandonados por su madre, los Gallagher quedan a cargo de su padre Frank (interpretado magistralmente por William H.Macy) un alcohólico empedernido y egoísta hasta decir basta. Uno de los grandes aciertos de la serie es su reparto y sobre todo el juvenil (cuando aprenderán en España) en el que actores prácticamente desconocido dan vida (de manera realista, cercana y convincente) a cada uno de los hermanos Gallagher.



Fionna (Emmy Rossum):  se ha convertido gracias a este papel en una de las actrices revelación de la temporada pasada. Fionna ha pasado a ocupar el lugar que debería haber desempeñado su madre, haciéndose cargo de todos sus hermanos y luchando por sacar adelante la familia.

Lip e Ian (Cameron Monaghan y Jeremy Allen): estos dos siempre andan buscando una manera de ganar dinero, aunque no siempre de manera legal.

Debbie (Emma Kenney): adorable y entrañable pequeña (borda su papel). La pequeña Debbie a pesar de su edad juega un papel fundamental a la hora de mantener unida a la familia, cuida de sus hermanos más pequeños como si de una madre se tratara y no duda a la hora de enfrentarse a grandes peligros con el fin de proteger a los suyos. Es la gran roba-escenas de la serie.

Carl (Ethan Kutkovsky): aunque no ocupa muchos minutos en pantalla cada vez que sale podemos esperar cualquier salvajada de este pequeño matón.

Liam (Blake y Brennan Johnson): bebé afroamericano, aunque realmente no es hijo de Frank (su mujer le engañó) es querido dentro de la familia como uno más.

La terna de personajes se completa con los vecinos Kevin y Veronica, Tony (el policía perdidamente enamorado de Fionna), Karen (novia de Lip y adicta al sexo), Sheila (madre de Karen, agorafóbica y actual pareja de Frank), Steve (ladrón de coches que comienza a salir con Fionna)…



La serie nos muestra el día a día de esta familia en los suburbios de Chicago y su lucha por salir adelante en un entorno difícil y llegar a final de mes. Podríamos englobar la serie dentro del término “dramedia”, con una facilidad pasmosa Shameless pasa de una situación cómica (que no divertida) al más puro drama sin que por ello su credibilidad se resienta lo más mínimo. Un cocktail bien mezclado y servido en su punto. La serie ha demostrado un gran nivel en su primera temporada, afianzándose en esta segunda como una de mis imprescindibles del año. Tanto los personajes como las tramas son de las que dejan huella. Si pasas un día con los Gallagher estarás perdido y necesitarás de su compañía semanalmente. Probad y ya me contareis.

No podemos terminar el artículo sin hacer una mención especial a su Intro, que ya nos deja intuir por donde irán los tiros.




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